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Es una verdadera alegría para nosotros que nos visites. Este es un espacio para leer y comentar, para expresarnos y comunicarnos. Para educarnos entre todos, aprendiendo cada uno de lo que el otro opina, piensa, siente y generosamente comunica.

domingo, 20 de mayo de 2012

Crónica del encuentro del 27 de abril de 2012 - Por Antonia Candia



 Producción en serie o grupos humanos de aprendizaje

Se presentó la crónica del encuentro anterior, escrita por la estudiante Vanesa Ramírez.
Luego de leída la crónica, todos los presentes dimos nuestra opinión respecto de este trabajo.
Hubo algo muy bueno acerca del ‘para qué’ se hace una crónica, las alumnas que no habían estado en  la oportunidad se interiorizaron en torno a los temas vistos y no perdieron en relación a los conceptos tratados, por que la crónica ayuda a repensar lo aprendido en el aula, es un apoyo para posteriores desarrollos de esos temas y ayuda a fijar los contenidos trabajados.
El profesor hizo referencia a un fragmento de lo crónica, dijo que el lector u oyente debiera poder acceder fácilmente a la comprensión de lo escrito y, de ese modo, recibir correctamente la información. Mencionó, de la primera versión de la crónica de Vanesa, el párrafo dedicado a las ‘articulaciones’ y se detuvo en uno de los dibujos (ejemplo gráfico) que está acompañado por una leyenda que dice: ‘si lo pegáramos con la gotita quedaría así’. Este ‘quedaría así’ no es una descripción suficiente para un dibujo que pretende ilustrar la ausencia de movimiento, así el lector, y aún más el oyente, estarán en pobres condiciones para comprenderlo.
Para nosotras igualmente la crónica estuvo súper bien detallada, y tomamos este comentario en cuenta, para mejorar nuestra redacción.
Luego retomamos la escena de la espera del colectivo, tres de nuestras compañeras que hacen ‘como sí’ fuesen desconocidas entre sí y esperan ansiosas la llegada del tan ansiado transporte público, comienzan a impacientarse, una comenta lo muy cansada que está de esperar y se va. El profesor pregunta si creemos que su presencia o ausencia en la cola hace variar o modifica la situación personal de las otras dos. Concluimos que sólo podía afectarles de algún modo, por el número total de personas que estaban en la cola y por la variación del número de orden que tenían en la cola, antes y después de la partida de la que se fue; tendrían mayores posibilidades de acceder a un asiento, o si el colectivo venía lleno tendrían mayores oportunidades de que el chofer parase al ver menos gente esperando.
Luego pensamos que este conjunto humano, comparte apenas circunstancialmente tiempo y espacio, y aunque en apariencia tienen un objetivo y tarea común a realizar, al verificarse que el desistimiento de una (de las que esperan el colectivo) de la tarea y del objetivo, no afecta en modo alguno al conjunto, se concluye - entonces - que no tienen en realidad, ni comunidad de objetivos, ni tarea común a realizar; sino que la tarea y el objetivo son absolutamente individuales, no está el éxito o fracaso de una vinculado al de las otras. De tal manera que no constituyen un grupo. Son tan sólo una serie, un colectivo humano serializado, son sustituibles. Sucede  con ellas lo mismo que con los botones que fabrica un establecimiento industrial, que los hace del mismo color, la misma forma, el mismo tamaño; son producidos en serie, todos iguales y con la misma función: sustituibles. Los seres humanos somos diferentes, únicos, irrepetibles.
A continuación el profesor hace un comentario y mirando a una de mis compañeras dice: ‘corresponde al uso del idiolecto[i], ¿sí?’, mi compañera sólo lo mira y nada dice. Luciano le dice: ‘- Estoy esperando que me preguntes: ¿el qué? O: ¿distintos qué? O: ¿qué dijo? O: ¿qué significa? ¿Sabés que significa idiolecto? ¿Alguien sabe?’ Mi compañera, y todas, reconocimos que no sabíamos. El profesor habló entonces del temor a preguntar, que tan frecuente es en el estudiantado, nos alentó a preguntar y nos transmitió su interés por responder nuestras preguntas[ii], y a su vez, preguntarnos.
Supimos así que con cada uno de los docentes debemos poner en práctica la costumbre de preguntar, no quedarnos con la duda y el desconocimiento de la respuesta[iii], o sin saber acerca del significado de un término que es usado en clase.
Al finalizar la clase se preguntó: ¿quién va a escribir la crónica? Bien, la crónica es esta que hoy les presento. Espero haber logrado el cometido, dar a conocer a mis compañeras que estuvieron ausentes lo que sucedió hoy aquí, y posibilitar el recuerdo en común con todos los que estuvimos presentes.

Antonia




[i] Es la forma de hablar característica de cada persona (cuando la expresión es por escrito se denomina estilo). Se manifiesta en una selección particular del léxico, de la gramática y también en palabras, frases y giros peculiares, así como en variantes de la entonación y la pronunciación. Los idiolectos cumplen la función de hacer compatible la necesidad de comunicarse con los demás, con la necesidad de que cada persona pueda expresar su forma particular de ser y de pensar, sus gustos y sus necesidades. Cada ser humano posee un idiolecto, o varios (si es bilingüe, trilingüe, etc.). Un idiolecto siempre tiene, como mínimo, zonas de contacto con un ecolecto, un sociolecto y un dialecto o un idioma. ‘A nosotros nos interesan - particularmente - estas zonas de contacto, que tornan comunicable a lo singular y que permiten el reconocimiento del universo de significados compartidos a pesar de las diferencias, pues esto es manifestación del respeto y disfrute, a y de, la diversidad, y prueba de que es posible la unificación no reductiva. Prueba irrefutable de que existe un lugar en el que lo heterogéneo puede reunirse, sin que una parte se imponga a la otra y sin la supresión de ninguna.’ LMC (2012)
[ii] El lugar privilegiado de construcción de conocimientos y saberes, se da allí donde se configuran las auténticas preguntas.
[iii] Si es que la hay, y en el caso de que no existiese una respuesta segura, aún nos queda el beneficio de haber comenzado el camino de su búsqueda.

sábado, 5 de mayo de 2012

Crónica del encuentro del 20 de abril de 2012 - Por Vanesa Ramírez


Comenzamos hablando sobre nuestra relación en el grupo.
Contamos lo sucedido en el encuentro anterior, la experimentación de ejercicios, como nos van a ayudar a futuro, cómo se pueden desarrollar, de qué formas y en qué espacios.
Qué lugares ocupamos y qué roles desempeñamos cuando tuvimos que desenredarnos. Los liderazgos que aparecieron en esa situación y reflexionamos acerca de cómo las relaciones entre nosotros se hicieron más estrechas.
En un momento determinado, Ivana Lacombe, dio aviso de que la puerta se iba a golpear (una corriente la cerraba), y dijo: - ¡Se te golpea la puerta! De ahí surgió una observación del profesor diciendo que cuando usamos el “se te…” hacemos cargo a otras personas de lo que va a ocurrir, aún cuando se trate de un hecho fortuito. “Se te cae el chico…”
Luciano nos comunicó que a partir de la próxima clase, una estudiante - cuya designación será rotativa - deberá presentar una crónica de lo sucedido en la clase anterior. El formato será elegido con libertad, respetando el estilo de escritura de cada cronista. Lo importante es que cuente acerca de los momentos y situaciones efectivamente vividas. Bien podría responder a la pregunta: - ¿Qué pasó hoy aquí?
Luego hablamos de que el aprendizaje en Arte y Educación pasa fundamentalmente por el contacto directo y la experiencia sensible, de las diferencias entre saberes y conocimientos[i], y de cómo se pueden resolver las tensiones que existen entre ellos. El profe dio un ejemplo: “Si hacemos referencia a una naranja e intentamos describirla, vamos a llegar a un punto en el que aquello que queremos hacer saber al otro se tornará indescriptible, imposible de transmitir con palabras. Llegaremos a ese punto cuando intentemos enseñar al otro acerca del sabor de la  naranja, lo único que posibilitará que el otro aprenda el sabor, es darle una y que la pruebe”[ii]
Dicho esto dije: “- Yo paso profe, soy alérgica a las naranjas y mandarinas. Me hacen brotar”. Conté luego que tuve que sacar una planta de 40 años de mi casa. Mis compañeras dijeron:           “- Regalémosle un naranjo para el cumpleaños” Nos causó mucha gracia. Conclusión a saber: el 15 de julio es mi cumpleaños.
Luego de citar y reflexionar sobre una frase de Bruner[iii] que daba a entender que no tenemos que tener miedo a que el profesor descubra nuestras ignorancias al preguntar, creo que preguntando descubrimos mucho más.
Luego “apareció” nuevamente en el salón el sujeto, que sentado en primera fila, mira - estático - el pizarrón. Él está interactuando de una forma muy peculiar, no dialoga, sólo observa, de repente gira su cabeza hacia nosotros, un poco, solo un poco, genera en nosotros rumores, conversaciones susurradas: “- Miró otra vez” “- Está ahí” “- Sigue ahí”.
Más tarde y a raíz de la razón metodológica de la propuesta de hacer crónicas, hablamos sobre qué es, que algo articule con otro algo, sobre qué es articular, y sobre qué es una articulación. Concluimos que las articulaciones unen, conectan y permiten el movimiento, articular nos permite movernos, desplazarnos, avanzar y al mismo tiempo descubrirnos unidos, integrados.
El brazo está unido al hombro por una articulación, si en algún momento, por alguna razón se lo uniera con algún cemento de contacto (como la gotita), quedaría del modo y en la posición en la que ha sido pegado. Si hiciésemos lo mismo con el codo y con nuestras vértebras y con… quedaríamos constituidos como un único bloque, duro, sin poder siquiera girar el torso o la cabeza. Riéndonos, al asumir dramatizando esos efectos en nuestro propio cuerpo, concluimos que, por fortuna estamos articulados.
Luego nos dedicamos a pensar ‘el grupo’, ‘lo grupal’, ‘el fenómeno de la grupalidad’. Para eso deconstruimos la disposición habitual del mobiliario del salón y construimos un nuevo espacio que posibilitara la mejor circulación de significados a comunicar y los vínculos pedagógicos. Corrimos los bancos y formamos una especie de círculo con las sillas y nuestros cuerpos, sin muebles entre nosotros.
Unas compañeras dramatizaron una situación en la que estaban en una parada de colectivos. Tres de ellas - una a una - llegaron a la fila, para esperar que llegara el ómnibus. Nos hicimos preguntas: si tenían el mismo objetivo; si tenían un objetivo común y compartido; si sólo coincidían en el mismo lugar y momento, circunstancialmente, y el hecho de que coincidieran en sus objetivos individuales los hacía o no, compartidos y comunes; si el abandono de la tarea por parte de una de ellas implicaba alguna diferencia en la situación de las otras; si el diálogo entre ellas era necesario o no, si aún en el caso de que ese diálogo se diese efectivamente, el diálogo refería a la situación o podía tratar otras cosas poco significativas acerca de la situación; si desarrollaban algún sentido de pertenencia y compromiso al conjunto humano que conformaban en la oportunidad; si la suerte de cada una dependía de algún modo de la de las otras; si eran o no sustituibles en la fila por otros actores distintos; si tenían entre ellas mutua representación interna. Descubrimos que se trataba de un conjunto humano que en rigor no puede ser calificado como grupo, sino como una serie, con integrantes sustituibles, sin mutua representación interna, sin sentido de pertenencia, ni compromiso, sin intercambio de roles, sin desarrollo de liderazgos, sin una tarea común a realizar, sin objetivos compartidos. Sólo están juntas - apenas -  ahí, en la parada de colectivos, pero no se observa allí de presencia el fenómeno de la grupalidad.[iv]


[i] Arte y Educación es una materia incluida en el campo de los saberes a enseñar y el saber debe ser experienciado “El conocimiento es objetivable, transmisible en forma indirecta o impersonal; se puede adquirir a través de libros o máquinas; es factible e ser sistematizado en teorías; se enuncia a través de conceptos. En cambio, el saber es transmisible sólo directamente, de persona a persona, experiencialmente; no puede aprenderse a través de un libro, ni de máquinas, no es sistematizable (no existen tratados de saber); solo puede ser enunciado a través de metáforas, paradigmas, situaciones, casos clínicos (…). El saber da poder de uso. No así los conocimientos (…). Así, si alguien dice: ‘sé manejar’ se supone que si se le proveyera de un auto podría salir manejando. Pero si dice: ‘yo conozco como manejar un auto’, hasta el mejor amigo dudará en prestarle su auto”.9 Para poder articular en vínculo íntimo al arte y a la educación hay que pasar por la experiencia. Alicia Fernández. “La inteligencia atrapada”, Buenos Aires, Nueva Visión, 1999

[ii] “El sabor que se desprende del contacto con las sustancias, con las cosas materiales, anuncia las características del objeto; para saber hay que gustar, esto es, incorporar los objetos. El gusto es particular, experiencia difícil de transmitir sin haber probado” Calmels, Daniel; “Cuerpo y Saber”, Buenos Aires,  D&B, 1997

[iii] “La ficción en la comunicación es una de las tantas expresiones de los ritos en las clases, mientras que las auténticas preguntas se configuran como el espacio privilegiado para la construcción del conocimiento. Cuando el maestro se constituye en un interlocutor más sabio y con más experiencia, permite que los estudiantes planteen sus hipótesis más arriesgadas, sus intuiciones o sus interrogantes sin temer que, con estas intervenciones, el docente descubra las ignorancias.
     Me gustaría poder describir la institución educativa como una especie de área de protección que le permite a uno ser más atrevido, más arriesgado; tener ideas, tener hipótesis, decirlas o ponerlas en práctica. Pero, no siempre ha resultado así…” Jerome Bruner

[iv] Unidad I
§          Grupo. Grupalidad. El arte y la educación como actos de encuentro colectivo.
-          Instalación del espacio lúdico.
-          La creación del espacio de confianza y contención.
-          Mutua representación interna.
-          Abandono de la serialidad.
-          Intercambio de roles.
-          Indiscriminación, discriminación y síntesis (producción).
-          Homogeneidad en la tarea, heterogeneidad en la constitución.
-          Dinamismo. Pertenencia, compromiso, finalidad específica.