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Es una verdadera alegría para nosotros que nos visites. Este es un espacio para leer y comentar, para expresarnos y comunicarnos. Para educarnos entre todos, aprendiendo cada uno de lo que el otro opina, piensa, siente y generosamente comunica.
domingo, 16 de septiembre de 2012
lunes, 23 de julio de 2012
Grupo, comunicación y juegos - Crónica por Mariana Colaneri
11 de mayo de 2012
El profesor se retiró de la clase hoy, y no
quedamos de acuerdo sobre quien iba a escribir la crónica de este encuentro,
así que decidí hacerlo.
Comenzamos la clase y el profesor nos preguntó cómo
nos sentíamos a un mes del comienzo de las cursadas, todas coincidimos en que
lo que más nos preocupaba eran los parciales. Él nos explicó que la carrera
dura cuatro años, pero hay y habrá quienes necesitan más tiempo para hacerla.
Que hay chicas en años más avanzados que recursan algunas materias y que esto
no significa que el retraso académico sea decisivo para pensar en la
imposibilidad de completar la carrera, aunque al mismo tiempo esto no significa
- en modo alguno - que sea deseable rendir una o dos materias por año. Carolina
comentó que hay dos o tres materias a las que les tenemos miedo, el profesor le
respondió que tal vez a esas materias las vamos a rendir sin dificultad y a
otras a las que no se les teme tanto se podrán en el futuro tornar más
problemáticas, que eso dependerá de la experiencia[1]
de la carrera que cada una de nosotras vaya construyendo.
Luego la compañera Andrea Zarriello leyó su
crónica la clase anterior, fue, muy… muy
completa, Verónica dijo que se parecía a Rayuela[2],
creo que por lo extenso, bueno en realidad no lo sé porque no la leí y todos
nos reímos.
Después el profesor nos propuso reflexionar sobre
grupo y grupalidad - el tema dominante de la Unidad 1 - Vanesa, Verónica y
otras compañeras fueron dando sus pareceres, y así, entre todos fuimos
arribando a conclusiones[3]
y tratamos de reconocer las notas características de la grupalidad en nuestra
propia experiencia: la educación como acto de encuentro colectivo, la
instalación del espacio lúdico, la creación del espacio de confianza y
contención, la mutua representación interna, el abandono de la serialidad, el
intercambio de roles, las etapas de indiscriminación, discriminación y síntesis
(producción), la homogeneidad en la tarea y heterogeneidad en la constitución,
el dinamismo, la pertenencia, el compromiso, la finalidad específica.
El profesor nos preguntó si considerábamos que en
las escuelas había, en cada aula, constituidos como tales, grupos de
aprendizaje.
Verónica contó que su hija va a la escuela
secundaria, y que en su grupo existen
varios subgrupos claramente delimitados, a punto tal que hay algunos chicos que
ni siquiera identifican a otros compañeros. Luego analizamos nuestra propia situación
en las clases que compartimos con las chicas que cursan el Profesorado de
Educación Especial y cómo cambian las relaciones interpersonales en el aula
cuando la composición del grupo varía.
El profesor habló acerca de la necesidad de que se
dé de presencia el fenómeno de la grupalidad en los colectivos humanos de aprendizaje,
y que esta no es una pretensión fundada en razones ajenas a la búsqueda de
mayor calidad académica, sino que por el contrario cuando la grupalidad no se
hace presente, el sistema de comunicación intencional que se configura en el
aula, se ve afectado por ruidos e interferencias que ponen en riesgo o rompen
el circuito de la comunicación, y que el vínculo pedagógico afecta directamente
a la relación educativa, y por lo tanto, a más grupalidad, más y mejor
comunicación, mayor calidad en el vínculo, y mejora en la calidad académica.
Habló lo suficiente sobre sistemas de comunicación, emisores, receptores,
códigos, canales y mensajes, como para que Carolina dijera que parecía una
clase de lengua.
Luego entró la Profesora Nancy Gallardo y nos dijo
que dejaba un libro en Patoruzú.
Luciano nos preguntó acerca de los juegos que nos
había pedido que trajéramos para jugar entre esta y la próxima clase.
Vanesa dijo que ella había traído dos, a uno de
ellos - el juego de la bruja - se lo había explicado la hija, Lucía dijo que
ella también lo conocía, pero con algunas diferencias. Luego Florencia explicó
otro juego que Florencia encontró muy parecido al llamado ‘huevo podrido’. Carolina
recordó un juego de destreza y habilidad que ella jugaba: el tiqui-taca[4].
Yo recordé la rayuela, la payana, juegos a los que creo que ya no se juega[5].
Verónica habló del juego de armar la palabra. El profesor mencionó los juegos
en los que se pide a uno que se retire y es el que tiene “adivinar” o “darse
cuenta de algo” luego al entrar, y a veces darse cuenta justamente de en qué
consiste el juego. Luego sobrevino el timbre, quedamos en seguir con arte y
juegos. Hasta la próxima…
Mariana Colaneri
[1]
La experiencia se construye a partir de lo vivido y de los procesos reflexivos
que se encaren a partir de ese material que es lo vivido, no hay construcción
de experiencia sin reflexión.
[2]
Probablemente Verónica se refiriera a que podían leerse los párrafos de la
crónica de Andrea en distinto orden y la crónica seguía siendo comprensible sin
atarnos al orden habitual.
[3]
Que siempre serán provisorias, abiertas, no clausuradas. Todo el conocimiento
humano es hipotético y provisorio.
[4]
Los tronadores o tronadoras, es un juego de habilidad personal, consistente en
balancear dos esferas y hacer que "truenen" (de ahí el nombre, ya que
suenan fuertemente), sin estas perder su equilibrio, por el mayor tiempo
posible. No encontré referencias acerca del origen del tiqui-taca, tampoco en torno
a su extensión geográfica. No sé si tiene origen popular o es un invento de la
industria del juguete.
[5]
Doy fe de que los chicos de primaria los saben jugar, no los juegan todos los
días o con la misma frecuencia en la que eran jugados en otros momentos
históricos, pero también juegan a la payana o a la rayuela.
sábado, 21 de julio de 2012
Cuestión de códigos - Crónica por Andrea Zarriello
Crónica del encuentro del viernes 4 de mayo de 2012.
Empezamos hablando de la Feria del Libro[1]. Sí era un avance tecnológico o no[2]. De las grandes editoriales, a veces manejadas por medios monopólicos, que a su vez tienen canales de televisión, radios, revistas, diarios, etc.
Empezamos hablando de la Feria del Libro[1]. Sí era un avance tecnológico o no[2]. De las grandes editoriales, a veces manejadas por medios monopólicos, que a su vez tienen canales de televisión, radios, revistas, diarios, etc.
Luego, Ivana Lacombe preguntó - Hay algo sobre lo que necesito una
aclaración, ¿hasta qué punto algo es arte y hasta cuál no?[3]
Es difícil decir si algo es arte en
abstracto, la obra de arte es un complemento de mundo, no sólo representa la
visión del autor de una porción de mundo, es apunte de resolución del concepto
en figura, es condensación formal, es metáfora epistemológica, es un hecho, una
obra, y es - por lo tanto - concreta, es realidad fenoménica, puede ser
percibida y recibida a través de los sentidos, dijo el profesor. Luego
siguió diciendo que, entonces, lo mejor
será - en presencia de cada obra - preguntarse si esto que está aquí, dándose
de presencia junto a nosotros es arte o no lo es. ¿Es de factura intencional?
¿Tiene la intención de generar emociones y movilizar sentimientos en el
espectador/lector? ¿Quiere decir algo y con belleza? ¿Tiene pretensiones
estéticas? ¿Se sustenta en alguna concepción estética-política-social y a su
vez sostiene y postula alguna tesis? Sí es así, estamos frente a una obra de
arte, más allá de la valoración que pudiéramos hacer de ella, podríamos decir
que no nos gusta la obra, o sí, o que no estamos de acuerdo con lo que dice, o
sí, podríamos estar incluso en contra de las tesis que la subyacen y postula.
Podríamos incluso experimentar sensaciones contradictorias y expresarlas retóricamente[4] diciendo que es bellamente fea o feamente
bella. Pero estaríamos frente a una obra de arte. Nelson Goodman en “Arte,
mente y cerebro” dice que debiéramos cambiar la pregunta ‘¿qué es el arte?’, por:
‘¿cuándo es arte?’ y da allí un conocido ejemplo: si estoy en Japón y veo un
cuadro que tiene una línea que lo cruza de lado a lado, ascendente o
descendente, si estuviese en la pared de un museo pensaré que es un grabado de Hokusai[5],
si estuviera detrás del escritorio de un empresario creeré que es la gráfica
del estado financiero o comercial de la empresa.
El arte es
una actividad humana social ligada al sentimiento, que no está sujeta a reglas
altamente formalizadas, pero no ajena al análisis racional.
La casualidad no es arte, a no ser que la intención
sea justamente generar una producción casual. Por ejemplo: vas a la plaza,
llevás telas, bastidores, pinturas, pinceles, aerosoles, ayudantes y le pedís a
la gente que pasa por allí que pinte lo que quiera. Se podría montar allí -
instantáneamente - una instalación al aire libre cuyos temas, técnicas,
estéticas, no estarían prefijados. La instalación sería además un efímero, se
desmontaría en el día y tal como fue, en ese lugar, con esa disposición, ya no
volvería a existir. Sí podríamos tener registro fílmico o fotográfico.
Luego nos dijo que cuando desarrollemos un proyecto
siempre pensemos en que lo van a ver otras personas: los espectadores, y que
los espectadores siempre piensan que nada es casual, todo lo que vean o
escuchen presente en la obra va a ser juzgado por ellos como un elemento
intencionalmente integrado a la obra y van a tratar - por lo tanto - de
producir sentido de ello. Por ejemplo: si vemos en una película una escena en
la que hay una pareja charlando sentada en un banco de plaza, y por detrás de
ellos pasan transeúntes, pensaremos que los transeúntes pasando detrás de la
pareja son una decisión intencional de la dirección y no una circunstancia
impensada.
Nos contó acerca de una película de Hitchcock en la
que en la primera escena aparecía en el borde del cuadro y un objeto que nada tenía que ver con lo que
intencionalmente el director quería contar, un cadáver era bañado por la marea
y allí estaba además un elemento que algún productor olvidó retirar (el
profesor no recordaba qué elemento era exactamente), Hitchcock contó que fueron
muchas las oportunidades en las que tuvo que explicar a críticos acerca del
significado que comunicaba aquél objeto que había llamado poderosamente la
atención de estos espectadores profesionales - ningún crítico juzgó casual esa
aparición - Luego nos contó acerca de una publicidad en la que había
participado como extra, aquí, en Balcarce, y de cómo el equipo de producción
había cambiado todo el interior de la locación en el Club Trabajo, en apenas
unos minutos, cambiando muebles y colgando cuadros de pared a pared cubriéndolo
todo, reformando todo el lugar e iluminando el espacio a giorno - como si
fueran las doce del mediodía a las dos de la mañana - Las publicidades se
producen desde lo técnico del mismo modo que el cine, manejan el mismo lenguaje
fílmico, con una poderosa concentración de significados en el reducido tiempo
que están en pantalla, nada de lo que aparece en cuadro es descuidado o casual,
sino que por el contrario está pensado e incluso, puede que haya sido debatido.
La compañera Vanesa Ramírez contó que ella vio como
armaban la escenografía en una locación en La Plata, para la película ‘Siete
años en el Tíbet’ (1997), allí
reformaron toda la estación de ferrocarril para que fuese Austria en 1939.
Vanesa lo recuerda porque su abuelo tenía una pizzería enfrente de la estación.
Ella quedó muy impactada de cómo cambiaron todo en poco tiempo.
En este video que sigue, se puede ver a partir de
los 2 minutos 57 segundos, la acción cinematográfica que se desarrolla en el
espacio de la ficción en Austria y en el espacio real en nuestra La Plata.
Luego a partir de los 6 minutos 20 segundos se ve al tren salir de La Plata
(Viena en la ficción) y en unos tres segundos (hay una elipsis, un salto en el
tiempo) la imagen corresponde a nuestra Mendoza (las montañas del Himalaya en
el espacio ficcional). A los 6 minutos 40 segundos, se puede observar como al
mostrar el recorrido de la línea que dibuja un lápiz en un mapa, se hace entrar
al espectador en la ilusión de realidad, de que el tránsito real entre La Plata
y Mendoza, es el tránsito entre la península arábiga y el Tíbet. Es más, es muy
probable que ni siquiera el vagón en el que viaja el protagonista, sea el mismo
en ambas secuencias.
Volvimos luego al tema de la dificultad de definir
qué es el arte, el profesor nos dijo que había un autor (Nelson Goodman) que
decía que prefería la pregunta ¿cuándo es arte? A la pregunta ¿qué es el arte?
Nos comentó también que se han intentado miles de definiciones, Ernst Cassirer
dice: "El arte es un
saber hacer, inventando
el modo de hacerlo". Cassirer, define el arte, como una forma
simbólica y por lo tanto como un producto cultural al igual que el lenguaje, la
ciencia,... Representar, poner en imagen lo percibido.
Ecco dice que es “condensación formal, apunte de resolución del concepto en
figura y complemento de mundo”.
El
arte es una actividad humana y social, basada en el sentimiento y la emoción,
que considera irrenunciable a la búsqueda estética y que si bien no se
encuentra sujeta a reglas altamente formalizadas, no está por eso ajena al
análisis racional.
Respecto de aquella afirmación de
Goodman acerca de que prefiere la pregunta ¿cuándo es arte?, el profesor dibujó
en el pizarrón aquello que podría parecer un grabado de Hokusai o un gráfico de
ventas según se encontrase en un lugar u otro. Esta es en realidad una exageración de Goodman, pues en realidad es harto difícil confundir un grabado de Hokusai con un gráfico empresarial, por no decir imposible. Seguramente Goodman busca precisar una línea de división, quiere encontrar algún criterio que permita reconocer cuando es arte en esos casos en los que el límite es muy difuso, tal como sucede cuando los procedimientos y principios constructivos son novedosos. (Etapa ingenua de una poética)
El arte se construye
intencionalmente, el discurso artístico tiende a movilizar emociones,
sentimientos y pensamientos, a generar belleza, y a comunicar significados
subjetivos que se objetivan en situación de encuentro.
Una mancha de humedad en la pared no
es arte, es una mancha de humedad, pero si se la interviene marcando contornos,
realzándola de algún modo al pintarla, se la ilumina de una manera particular y
se la enmarca, la intervención hace de ella - finalmente - un producto
artístico.
Luego Antonia presentó la crónica de
la clase pasada, muy bien hecha.
Vanesa le preguntó al profesor
cuando iba a subir las crónicas al blog (se ve que estaba muy ansiosa) para
poder mostrársela a sus hijos. Luciano le respondió que el fin de semana las iba
a subir.
Más tarde deconstruimos la
disposición espacial del salón corriendo los bancos y mesas para abordar el
tema arte y juego jugando. Comenzamos con unos juegos en ronda.
Jugamos inicialmente al IÁ-JONDÓM-VIRI/VIRI-SPLASH-SUBUTRULE-BELÚA-APLAUSOS,
un juego de reglas acumulativas, en las que intervienen consignas de
cumplimiento corporal en voz, gesto y movimiento; y que favorece el ejercicio
de la concentración, al mantenimiento de la atención focalizada y a la atención
periférica. El IÁ se pasa diciéndolo y moviendo la mano por delante de la panza
en dirección de quién debe recibirlo y a su vez pasarlo, el JONDÓM cambia el
sentido de giro del IÁ y debe ejecutarse diciendo JONDÓM y flexionando la
rodilla de la pierna que se lleva hacia adelante mientras - al mismo tiempo se
mueven los brazos de arriba hacia abajo lentamente, flexionados a 90° y con los
puños cerrados mirando hacia afuera. El VIRI-VIRI pone a bailar a toda la ronda
y se hace diciéndolo y colocando los dedos índices de las dos manos en la
cabeza como si fuesen dos antenitas. El SPLASH se hace diciéndolo como si se lo
arrojara con las palmas de las manos hacia la persona a la que se le pasa el IÁ
y con los dedos hacia arriba.[6]
Luego jugamos a: Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.
Toda la ronda debe mirar al que coordina el juego, el coordinador consigna:
cazador - foto - bailarina - león - etc. A cada palabra le corresponde un
determinado gesto y postura corporal, los jugadores deben hacer el gesto y
adoptar la postura que corresponde a lo dicho a pesar de que el que coordina
haga otro, por ejemplo: si el coordinador dice león y hace el gesto y adopta la
postura corporal que le corresponde a la bailarina, los participantes deben
“armar” corporalmente al león y no a la bailarina.
El siguiente juego consistió en
tratar de comunicarnos cambiando el código de expresión predominante, debíamos
contarnos cosas sin emplear palabras, las expresiones suelen organizarse
codificadas, existen por lo tanto códigos de expresión, compartir códigos es
necesario para que se realice un acto comunicativo. La expresión puede no
organizarse en torno a códigos compartidos o incluso realizarse esforzándose en
generar nuevos códigos, códigos inventados.
Si alguien se toca la oreja y mueve
la cabeza de determinada manera ¿estamos frente a un gesto?, preguntó el
profesor, en principio creemos que sí - respondimos - pero acordamos que ese
gesto es tan propio y personal (podría ser un movimiento pre-expresivo) que
nada comunica.
Si existiese un acuerdo previo entre
dos que inventan un código secreto y a través de ese acuerdo lo comparten, sólo
ellos tendrán seguridad acerca de lo que el otro ha comunicado. Por ejemplo: si
me toco la nariz y me rasco la mano, esto significa que “la lechuza voló del
nido” y a su vez esta expresión significa para un tercero, que se deberá tratar
de impedir que en una reunión se aborde determinado tema. ‘A’ se toca la nariz
y se rasca la mano en presencia de ‘B’, ‘B’ interpreta que debe comunicarle
verbalmente a ‘C’ que ‘la lechuza voló
del nido’, ‘C’ ingresa a la reunión y trata de abortar el tratamiento del tema
‘H’. Probablemente los tres intervinientes en el circuito comunicativo fueran
conocedores sólo de una parte de lo codificado, aquella parte que les
permitiese obrar de acuerdo a lo planificado.
Todo código tiene dos planos: el de
la expresión y el del contenido. El de la expresión está constituido
materialmente, construido con el uso de significantes, puede ser percibido a
través de los sentidos (gusto-tacto-olfato-vista-oído). El del contenido se
constituye inmaterialmente, con los significados. Es al significante al que le
corresponden determinados significados; para compartir un universo de
significados, se deben compartir los códigos, de lo contrario la comunicación se torna
equívoca.
En este juego de cambio de código de
expresión predominante tratamos de comunicarnos a través de un idioma inventado
en el acto por cada uno de nosotros, probamos que en la comunicación verbal
oral existen multitud de significantes que no se corresponden exclusivamente
con la palabra. Y que si bien la palabra es un excelente vehículo comunicativo
también lo es a los efectos de mentir. Estos códigos inventados al prescindir
de la palabra, dejan al desnudo a los otros significantes, operando solos sin
la apoyatura de la palabra. Así son los códigos de expresión artística,
expresan con un gran espesor sígnico, generalmente mucho más genuinamente la
interioridad (lo que va por dentro y por debajo): es muy difícil mentir desde
la obra de arte.
Andrea Zarriello
[1]
No de la feria local, ¿cómo diferenciarla?, podría decir: hablábamos de la
feria nacional. Pero: ¿Por qué denominar como nacional a la feria que concentra
el discurso literario - o más bien el discurso librero - que seleccionan las
grandes editoriales? ¿Qué es lo que la torna más nacional que otras? No
encuentro una respuesta válida, así que sencillamente diré: la feria del libro que
se hace en Buenos Aires una vez al año y que en realidad se titula 'Feria Internacional del Libro Buenos Aires'.
[2]
Me resulta muy difícil pensar en una feria del libro como equivalente a un
avance tecnológico, más bien diría que es un lugar de reunión de información
que puede mediar - o no - algún avance
tecnológico.
[3]
La pregunta así planteada es fácilmente entendible en la charla oral, pero se
vuelve oscura al escribirla escindida del contexto en el que se configuró. Sé
que escribir los antecedentes es engorroso, pero hagamos el intento: “Luego
Ivana dijo: - Luciano, hay una pregunta que quiero hacerte, no tiene relación
directa con el tema del que estamos hablando, pero es importante para mí
saberlo. Muchas veces se dice todo es arte, muchas veces se discute si esto o
aquello, es o no, algo artístico. ¿Cómo puedo diferenciar el arte de aquello
que no lo es?
[4]
La figura retórica aquí es el oxímoron. El oxímoron consiste en usar dos
conceptos de significado opuesto en una sola expresión, que genera un tercer
concepto. ‘Bellamente fea’.
[5] Katsushika
Hokusai conocido simplemente como Hokusai (Edo, actual Tokio, 31 de octubre de
1760 - 10 de mayo de 1849) fue un pintor y grabador japonés, adscrito a la
escuela Ukiyo-e del periodo Edo. Es uno de los principales artistas de esta
escuela conocida como «pinturas del mundo flotante» El grabado que se observa es La gran ola de Kanagawa (entre 1830 y 1833).
[6]
Este intento de descripción del juego está muy bien escrito, a pesar de ello,
es prueba fehaciente de que todo aquello que se aprende por experiencia
sensible y contacto directo, aquello que configura (en sentido estricto) un
saber y no un conocimiento, no puede ser transmitido a través de la
lecto-escritura, no hay tratados de saberes. Nadie ha aprendido a jugar al
iá-jondóm-viri/viri-splash-belúa-subutrule leyendo un manual.
sábado, 14 de julio de 2012
Un ejemplo: video con pinturas de Picasso
Este es nada más que un ejemplo, se tarda aproximadamente unas tres horas entre: buscar las imágenes, bajarlas al equipo, seleccionarlas para el proyecto de película, agregarlas en Windows Movie Maker, agregar la música, y luego esperar a que cargue la película, para después publicar.
Las imágenes corresponden a pinturas que fueron hechas por otro (Picasso en este caso), pero el video es una producción nueva hecha por nosotros, el video es de nuestra autoría. Las palabras no son necesarias en la obra. El discurso es audiovisual, pero está construido aquí con música y pinturas. Recuerden que 'no se ve lo mismo cuando se oye, no se oye lo mismo cuando se ve'. Esto no quiere decir que esté prohibido el uso de la palabra, sólo quiere decir que hay ocasiones y lugares en las que las palabras ensucian el discurso en vez de aclararlo, no sólo hacen ruido y no dejan escuchar lo que se dice (con otros códigos) sino que además afean la síntesis estética. Es como echarle agua al buen vino.
Puede pensarse - además - en el video como material educativo y sí efectivamente lo es, puede pensárselo como recurso pedagógico, y también lo es, pero... recuerden que el arte no acepta gustoso subalternizarse, por muy buenos que sean los fines a cuyo servicio se desea ponerlo, entonces pensemos en el video tan sólo como eso que es, por delante de cualquier otra cosa: un video.
Sí es bueno o malo, o más o menos, es cuestión de valoración, pero eso no debe preocuparnos ahora.
Sí tenemos que pensar - en cambio - si nuestra intención es emocionar al espectador, movilizar sus sentimientos, poner en marcha su pensamiento, pensar en si tenemos pretensiones estéticas y si queremos comunicar algo. Con esto basta para creer y pecibir que lo que queremos dar a luz es una producción artística.
Luciano
domingo, 20 de mayo de 2012
Crónica del encuentro del 27 de abril de 2012 - Por Antonia Candia
Producción
en serie o grupos humanos de aprendizaje
Se
presentó la crónica del encuentro anterior, escrita por la estudiante Vanesa
Ramírez.
Luego
de leída la crónica, todos los presentes dimos nuestra opinión respecto de este
trabajo.
Hubo
algo muy bueno acerca del ‘para qué’
se hace una crónica, las alumnas que no habían estado en la oportunidad se interiorizaron en torno a
los temas vistos y no perdieron en relación a los conceptos tratados, por que
la crónica ayuda a repensar lo aprendido en el aula, es un apoyo para
posteriores desarrollos de esos temas y ayuda a fijar los contenidos
trabajados.
El
profesor hizo referencia a un fragmento de lo crónica, dijo que el lector u
oyente debiera poder acceder fácilmente a la comprensión de lo escrito y, de
ese modo, recibir correctamente la información. Mencionó, de la primera versión
de la crónica de Vanesa, el párrafo dedicado a las ‘articulaciones’ y se detuvo
en uno de los dibujos (ejemplo gráfico) que está acompañado por una leyenda que
dice: ‘si lo pegáramos con la gotita
quedaría así’. Este ‘quedaría así’
no es una descripción suficiente para un dibujo que pretende ilustrar la
ausencia de movimiento, así el lector, y aún más el oyente, estarán en pobres
condiciones para comprenderlo.
Para
nosotras igualmente la crónica estuvo súper bien detallada, y tomamos este
comentario en cuenta, para mejorar nuestra redacción.
Luego
retomamos la escena de la espera del colectivo, tres de nuestras compañeras que
hacen ‘como sí’ fuesen desconocidas
entre sí y esperan ansiosas la llegada del tan ansiado transporte público,
comienzan a impacientarse, una comenta lo muy cansada que está de esperar y se
va. El profesor pregunta si creemos que su presencia o ausencia en la cola hace
variar o modifica la situación personal de las otras dos. Concluimos que sólo
podía afectarles de algún modo, por el número total de personas que estaban en
la cola y por la variación del número de orden que tenían en la cola, antes y
después de la partida de la que se fue; tendrían mayores posibilidades de
acceder a un asiento, o si el colectivo venía lleno tendrían mayores
oportunidades de que el chofer parase al ver menos gente esperando.
Luego
pensamos que este conjunto humano, comparte apenas circunstancialmente tiempo y
espacio, y aunque en apariencia tienen un objetivo y tarea común a realizar, al
verificarse que el desistimiento de una (de las que esperan el colectivo) de la
tarea y del objetivo, no afecta en modo alguno al conjunto, se concluye -
entonces - que no tienen en realidad, ni comunidad de objetivos, ni tarea común
a realizar; sino que la tarea y el objetivo son absolutamente individuales, no
está el éxito o fracaso de una vinculado al de las otras. De tal manera que no
constituyen un grupo. Son tan sólo una serie, un colectivo humano serializado,
son sustituibles. Sucede con ellas lo
mismo que con los botones que fabrica un establecimiento industrial, que los
hace del mismo color, la misma forma, el mismo tamaño; son producidos en serie,
todos iguales y con la misma función: sustituibles. Los seres humanos somos
diferentes, únicos, irrepetibles.
A
continuación el profesor hace un comentario y mirando a una de mis compañeras
dice: ‘corresponde al uso del idiolecto[i],
¿sí?’, mi compañera sólo lo mira y nada dice. Luciano le dice: ‘- Estoy esperando que me preguntes: ¿el
qué? O: ¿distintos qué? O: ¿qué dijo? O: ¿qué significa? ¿Sabés que significa
idiolecto? ¿Alguien sabe?’ Mi compañera, y todas, reconocimos que no
sabíamos. El profesor habló entonces del temor a preguntar, que tan frecuente
es en el estudiantado, nos alentó a preguntar y nos transmitió su interés por
responder nuestras preguntas[ii],
y a su vez, preguntarnos.
Supimos
así que con cada uno de los docentes debemos poner en práctica la costumbre de
preguntar, no quedarnos con la duda y el desconocimiento de la respuesta[iii],
o sin saber acerca del significado de un término que es usado en clase.
Al
finalizar la clase se preguntó: ¿quién va a escribir la crónica? Bien, la
crónica es esta que hoy les presento. Espero haber logrado el cometido, dar a
conocer a mis compañeras que estuvieron ausentes lo que sucedió hoy aquí, y
posibilitar el recuerdo en común con todos los que estuvimos presentes.
Antonia
[i] Es la forma de
hablar característica de cada persona (cuando la expresión es por escrito se
denomina estilo). Se manifiesta en una selección particular del léxico, de la
gramática y también en palabras, frases y giros peculiares, así como en
variantes de la entonación y la pronunciación. Los idiolectos cumplen la
función de hacer compatible la necesidad de comunicarse con los demás, con la
necesidad de que cada persona pueda expresar su forma particular de ser y de
pensar, sus gustos y sus necesidades. Cada ser humano posee un idiolecto, o
varios (si es bilingüe, trilingüe, etc.). Un idiolecto siempre tiene, como
mínimo, zonas de contacto con un ecolecto, un sociolecto y un dialecto o un
idioma. ‘A nosotros nos interesan -
particularmente - estas zonas de contacto, que tornan comunicable a lo singular
y que permiten el reconocimiento del universo de significados compartidos a
pesar de las diferencias, pues esto es manifestación del respeto y disfrute, a
y de, la diversidad, y prueba de que es posible la unificación no reductiva.
Prueba irrefutable de que existe un lugar en el que lo heterogéneo puede
reunirse, sin que una parte se imponga a la otra y sin la supresión de ninguna.’
LMC (2012)
[ii] El lugar
privilegiado de construcción de conocimientos y saberes, se da allí donde se
configuran las auténticas preguntas.
[iii] Si es que la
hay, y en el caso de que no existiese una respuesta segura, aún nos queda el
beneficio de haber comenzado el camino de su búsqueda.
sábado, 5 de mayo de 2012
Crónica del encuentro del 20 de abril de 2012 - Por Vanesa Ramírez
Comenzamos hablando sobre nuestra relación en el
grupo.
Contamos lo sucedido en el encuentro anterior, la
experimentación de ejercicios, como nos van a ayudar a futuro, cómo se pueden
desarrollar, de qué formas y en qué espacios.
Qué lugares ocupamos y qué roles desempeñamos
cuando tuvimos que desenredarnos. Los liderazgos que aparecieron en esa
situación y reflexionamos acerca de cómo las relaciones entre nosotros se
hicieron más estrechas.
En un momento determinado, Ivana Lacombe, dio aviso
de que la puerta se iba a golpear (una corriente la cerraba), y dijo: - ¡Se te golpea la puerta! De ahí surgió
una observación del profesor diciendo que cuando usamos el “se te…” hacemos cargo a otras personas de lo que va a ocurrir, aún
cuando se trate de un hecho fortuito. “Se
te cae el chico…”
Luciano nos comunicó que a partir de la próxima
clase, una estudiante - cuya designación será rotativa - deberá presentar una
crónica de lo sucedido en la clase anterior. El formato será elegido con
libertad, respetando el estilo de escritura de cada cronista. Lo importante es
que cuente acerca de los momentos y situaciones efectivamente vividas. Bien
podría responder a la pregunta: - ¿Qué
pasó hoy aquí?
Luego hablamos de que el aprendizaje en Arte y
Educación pasa fundamentalmente por el contacto directo y la experiencia
sensible, de las diferencias entre saberes y conocimientos[i],
y de cómo se pueden resolver las tensiones que existen entre ellos. El profe
dio un ejemplo: “Si hacemos referencia a
una naranja e intentamos describirla, vamos a llegar a un punto en el que
aquello que queremos hacer saber al otro se tornará indescriptible, imposible
de transmitir con palabras. Llegaremos a ese punto cuando intentemos enseñar al
otro acerca del sabor de la naranja, lo
único que posibilitará que el otro aprenda el sabor, es darle una y que la
pruebe”[ii]
Dicho esto dije: “- Yo paso profe, soy alérgica a las naranjas y mandarinas. Me hacen
brotar”. Conté luego que tuve que sacar una planta de 40 años de mi casa.
Mis compañeras dijeron: “-
Regalémosle un naranjo para el cumpleaños” Nos causó mucha gracia.
Conclusión a saber: el 15 de julio es mi cumpleaños.
Luego de citar y reflexionar sobre una frase de
Bruner[iii]
que daba a entender que no tenemos que tener miedo a que el profesor descubra
nuestras ignorancias al preguntar, creo que preguntando descubrimos mucho más.
Luego “apareció” nuevamente en el salón el sujeto,
que sentado en primera fila, mira - estático - el pizarrón. Él está
interactuando de una forma muy peculiar, no dialoga, sólo observa, de repente
gira su cabeza hacia nosotros, un poco, solo un poco, genera en nosotros
rumores, conversaciones susurradas: “-
Miró otra vez” “- Está ahí” “- Sigue ahí”.
Más tarde y a raíz de la razón metodológica de la
propuesta de hacer crónicas, hablamos sobre qué es, que algo articule con otro
algo, sobre qué es articular, y sobre qué es una articulación. Concluimos que
las articulaciones unen, conectan y permiten el movimiento, articular nos
permite movernos, desplazarnos, avanzar y al mismo tiempo descubrirnos unidos,
integrados.
El brazo está unido al hombro por una articulación,
si en algún momento, por alguna razón se lo uniera con algún cemento de
contacto (como la gotita), quedaría del modo y en la posición en la que ha sido
pegado. Si hiciésemos lo mismo con el codo y con nuestras vértebras y con…
quedaríamos constituidos como un único bloque, duro, sin poder siquiera girar
el torso o la cabeza. Riéndonos, al asumir dramatizando esos efectos en nuestro
propio cuerpo, concluimos que, por fortuna estamos articulados.
Luego nos dedicamos a pensar ‘el grupo’, ‘lo
grupal’, ‘el fenómeno de la grupalidad’. Para eso deconstruimos la disposición
habitual del mobiliario del salón y construimos un nuevo espacio que
posibilitara la mejor circulación de significados a comunicar y los vínculos
pedagógicos. Corrimos los bancos y formamos una especie de círculo con las
sillas y nuestros cuerpos, sin muebles entre nosotros.
Unas compañeras dramatizaron una situación en la
que estaban en una parada de colectivos. Tres de ellas - una a una - llegaron a
la fila, para esperar que llegara el ómnibus. Nos hicimos preguntas: si tenían
el mismo objetivo; si tenían un objetivo común y compartido; si sólo coincidían
en el mismo lugar y momento, circunstancialmente, y el hecho de que
coincidieran en sus objetivos individuales los hacía o no, compartidos y
comunes; si el abandono de la tarea por parte de una de ellas implicaba alguna
diferencia en la situación de las otras; si el diálogo entre ellas era necesario
o no, si aún en el caso de que ese diálogo se diese efectivamente, el diálogo
refería a la situación o podía tratar otras cosas poco significativas acerca de
la situación; si desarrollaban algún sentido de pertenencia y compromiso al
conjunto humano que conformaban en la oportunidad; si la suerte de cada una
dependía de algún modo de la de las otras; si eran o no sustituibles en la fila
por otros actores distintos; si tenían entre ellas mutua representación
interna. Descubrimos que se trataba de un conjunto humano que en rigor no puede
ser calificado como grupo, sino como una serie, con integrantes sustituibles,
sin mutua representación interna, sin sentido de pertenencia, ni compromiso,
sin intercambio de roles, sin desarrollo de liderazgos, sin una tarea común a
realizar, sin objetivos compartidos. Sólo están juntas - apenas - ahí, en la parada de colectivos, pero no se
observa allí de presencia el fenómeno de la grupalidad.[iv]
[i]
Arte y Educación es una materia incluida en el campo de los saberes a enseñar y
el saber debe ser experienciado “El
conocimiento es objetivable, transmisible en forma indirecta o impersonal; se
puede adquirir a través de libros o máquinas; es factible e ser sistematizado
en teorías; se enuncia a través de conceptos. En cambio, el saber es
transmisible sólo directamente, de persona a persona, experiencialmente; no
puede aprenderse a través de un libro, ni de máquinas, no es sistematizable (no
existen tratados de saber); solo puede ser enunciado a través de metáforas,
paradigmas, situaciones, casos clínicos (…). El saber da poder de uso. No así
los conocimientos (…). Así, si alguien dice: ‘sé manejar’ se supone que si se
le proveyera de un auto podría salir manejando. Pero si dice: ‘yo conozco como
manejar un auto’, hasta el mejor amigo dudará en prestarle su auto”.9 Para poder articular en vínculo íntimo
al arte y a la educación hay que pasar por la experiencia. Alicia Fernández. “La
inteligencia atrapada”, Buenos Aires, Nueva Visión, 1999
[ii] “El sabor que se desprende del contacto con
las sustancias, con las cosas materiales, anuncia las características del
objeto; para saber hay que gustar, esto es, incorporar los objetos. El gusto es
particular, experiencia difícil de transmitir sin haber probado” Calmels,
Daniel; “Cuerpo y Saber”, Buenos
Aires, D&B, 1997
[iii] “La ficción en
la comunicación es una de las tantas expresiones de los ritos en las clases,
mientras que las
auténticas preguntas se configuran como el espacio privilegiado para la
construcción del conocimiento. Cuando el maestro se constituye en un interlocutor más
sabio y con más experiencia, permite que los estudiantes planteen sus hipótesis más arriesgadas, sus
intuiciones o sus interrogantes sin temer que, con estas intervenciones, el docente
descubra las ignorancias.
Me gustaría poder describir la institución educativa como una especie de área de protección que le
permite a uno ser más atrevido, más arriesgado; tener ideas, tener hipótesis,
decirlas o ponerlas en práctica. Pero, no siempre ha resultado así…” Jerome
Bruner
[iv]
Unidad I
§
Grupo. Grupalidad. El arte y la
educación como actos de encuentro colectivo.
-
Instalación del espacio lúdico.
-
La creación del espacio de confianza y
contención.
-
Mutua representación interna.
-
Abandono de la serialidad.
-
Intercambio de roles.
-
Indiscriminación, discriminación y
síntesis (producción).
-
Homogeneidad en la tarea,
heterogeneidad en la constitución.
-
Dinamismo. Pertenencia, compromiso,
finalidad específica.
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