Bienvenidos

Es una verdadera alegría para nosotros que nos visites. Este es un espacio para leer y comentar, para expresarnos y comunicarnos. Para educarnos entre todos, aprendiendo cada uno de lo que el otro opina, piensa, siente y generosamente comunica.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Comentario a la Crónica de Silvina Pizzo - Por Luciano M. Cristaldo

Silvina dice: “distinguimos a través de teatralizaciones”, resulta conveniente precisar el alcance del término en el lenguaje artístico en cuestión: el teatral o arte dramático. Teatralización, dramatización o improvisación teatral suelen presentarse como sinónimos, pero en realidad no lo son. La teatralización de un texto dramático (sea oral o escrito) implica la producción y realización integral de una representación teatral organizada, un espectáculo con el espesor sígnico que se desee componerlo[1]: iluminación, sonido, vestuario, maquillaje, música, escenografía, clara división del espacio de la ficción del real, conciencia de la presencia del público y de su calidad de tal. Hay sin embargo un ámbito en el que el término se usa con otro sentido, es el de las ciencias sociales y en particular el del área de la dinámica de grupos, allí el término teatralización se usa como sinónimo de rol play o role-playing games (juego de interpretación de roles o papeles), y es este el sentido en el que lo emplea seguramente Silvina. La dramatización en cambio sí se ajusta a lo realizado en clase, dramatizar es jugar roles dramáticos determinados a partir de una situación definida en base a datos y consignas precisas, que dan cuenta de las coordenadas en las que la situación se desarrolla. La improvisación es más bien una técnica de construcción dramática, en la que el actor / actriz construyen instantáneamente desde sí y sólo desde sí la situación, sin que medien datos, ni consignas previos, y además no reciben asistencia externa alguna para llevar a cabo esa construcción.
En cuanto a los “diferentes grupos” tengamos presente que justamente la búsqueda a la que se orienta la unidad 1, está configurada por la intención de distinguir entre el grupo como colectivo humano de singulares características, y otros colectivos humanos que no las poseen. ¿Recuerdan las definiciones por género próximo y diferencia específica?
En lo que hace a “en la sociedad”, pensemos que lo que continúa llamándose sociedad constituye, en cada una de sus concretas expresiones una compleja escena híbrida de: tiempos y lugares – lenguajes – relaciones – identidades – deseos – formas de vida; que escapan a lo culturalmente calculable y previsible.
AQUÍ SE INSCRIBE UNA DE LAS VITALES CUESTIONES QUE EN NUESTRO TIEMPO DA QUE PENSAR: LA QUE CABE ENUNCIAR COMO EL URGENTE DESAFÍO DE REINVENTAR EL ARTE DE LA CONVIVENCIA SOCIAL.El arte y la educación fundan cultura, siempre lo han hecho. Fundan cultura y dan cuenta de ella. En torno al arte y la educación, y desde el arte y la educación es posible reinventar modos de convivencia. No tal vez ponerlos en ejecución social en un instante y a gran escala, esa es una tarea que probablemente no sea de sus competencias, por lo menos no de sus competencias exclusivas. Pero sí puede el arte, por ejemplo contribuir a mostrar desde la síntesis estética: cómo, porqué, a favor de qué y aún en contra de qué, se proponen y generan los cambios que se ubican en el camino del crecimiento, en el camino de la reinvención de la convivencia social.
Volviendo al tema de la búsqueda de la presencia del fenómeno de la grupalidad (como un fenómeno que, dijimos, no está presente en la totalidad de los colectivos humanos), digamos que el primero de esos conjuntos de personas que dramatizamos – el de la parada – era un colectivo humano serializado: una serie. En una serie no existe proyecto en común, ni tarea específica a realizar con los otros, los individuos que forman parte de la serie son sustituibles e indiferenciados, no tienen entre sí mutua representación interna, ni compromiso con los otros, ni sentido de pertenencia. Están atomizados.
El segundo colectivo humano dramatizado es una clase, la pertenencia a él esta determinada por la posición que se ocupa en el sistema de producción – las mujeres de la fábrica – pueden tener mutua representación interna o no, piensen que la chica que comenzaba ese día a trabajar no conocía a las demás, sin embargo ya comenzaba a pertenecer a la clase, pues su pertenencia no está determinada por su relación con los otros miembros de la clase, sino por la posición que comienza a ocupar en el sistema de producción. No tienen un proyecto en común a realizar y las tareas específicas pueden ser o no las mismas.
En lo que respecta al colectivo humano grupal no fue dramatizado, pues la búsqueda está orientada en el sentido de reconocernos a nosotros mismos como colectivo humano grupal. A reflexionar sobre el mismo entramado de nuestras relaciones y a encontrar la presencia en nuestro propio colectivo humano, de las notas características del fenómeno de la grupalidad, que son las que lo constituyen grupo (en construcción permanente, siempre inacabado).
Contenidos Unidad I – Primeras dos clases:
§ Grupo. Grupalidad. El arte y la educación como actos de encuentro colectivo.
- Instalación del espacio lúdico.
- La creación del espacio de confianza y contención.
- Mutua representación interna.
- Abandono de la serialidad. (Insustituibilidad – diferenciación)
- Intercambio de roles.
- Indiscriminación, discriminación y síntesis (producción).
- Homogeneidad en la tarea, heterogeneidad en la constitución.
- Dinamismo. Pertenencia, compromiso, finalidad específica.
Respecto de la unidad I – dice el proyecto pedagógico para la materia – he considerado pertinente su inclusión:
Basado en la necesidad de que las alumnas se constituyan grupo de aprendizaje y no permanezcan mero conjunto de personas que compartan coordenadas témporo – espaciales. Considero esa constitución como condición necesaria, aunque no suficiente, para el éxito del proceso.
Para finalizar este comentario a la crónica de Silvina quiero pensar sobre el párrafo final que dice: “Lo importante de esta clase además de conocer a estos grupos fue conocer otro tipo de enseñanza, que es con el juego, nosotras como futuras docentes dependemos de diferentes tipos de herramientas y esta es muy importante ya que con ellas podemos llegar, quizá más rápido al alumno.”, una herramienta internalizada forma parte de nosotros y está incluida entonces en la propia y personal dotación de recursos de los que dispondremos a gusto y demanda; las cajas de herramientas externas o recetarios – en cambio – ofrecen las más de las veces múltiples dificultades al intentar aplicarlas. Luego: los modos de enseñar, las estrategias didácticas a emplear en cada situación particular, dependerán en gran medida del objeto de la enseñanza: si enseño a volar en parapente, a sumar y restar, a tocar el violonchelo, deberé seguramente variar las estrategias didácticas a usar en cada situación. En lo que hace a la situación del docente como dependiente de las herramientas de las que dispone, debo decirles que prefiero no pensarlo al docente como un herramientodependiente (acabo de inventar un neologismo), sino más bien como alguien actitudinalmente abierto de modo permanente a la búsqueda de soluciones pedagógicas.
De cualquier manera, hecha esta aclaración final, si quiero decirles que considero que es necesario afirmarse en la creencia de que la educación debe ser divertida y que nada obsta para que lo sea. Esta es una opción valorativa y nosotros los docentes debemos hacer opciones de valor pues no tratamos con elementos químicos, sino con niños.
Silvina: Muchas gracias por tu crónica.
Luciano

 [1] Por supuesto que además de desearlo se deberá contar con los recursos que permitan la producción de tal espesor.

No hay comentarios: