Bienvenidos

Es una verdadera alegría para nosotros que nos visites. Este es un espacio para leer y comentar, para expresarnos y comunicarnos. Para educarnos entre todos, aprendiendo cada uno de lo que el otro opina, piensa, siente y generosamente comunica.

lunes, 4 de agosto de 2008

Comentarios a las Crónicas

ISFDT32
Profesorado de EPB – 1ºAño
Arte y Educación

El intento que comienzo aquí, consiste en hacer comentarios a las crónicas que ustedes han escrito luego de cada encuentro de viernes a las 13 hs.
La intención es efectuar precisiones respecto de algunos conceptos. Valorar aquello que se desprende como construcción conceptual propia de cada una de ustedes, al igual que las grupales. Y evaluar también el propio proceso de enseñanza.
Me parece un buen medio este de hacer comentarios a lo que ustedes dicen, porque es tan sencillo como continuar dialogando.
Podríamos decir de éste modo de operar, que es tan simple como que hicimos algo, reflexionamos sobre lo que hicimos, luego alguna de ustedes escribió sobre lo que hicimos y reflexionamos, y ahora quiero hacer algunos comentarios acerca de lo que ustedes dijeron en sus crónicas. Esto es: continuar dialogando.
La primera crónica es la de Gabriela:
Gabriela dice que tuvieron el día 2 de mayo “una clase muy especial”, al releerlo pienso que me gustaría saber porqué esta clase es muy especial. Lo especial se define en oposición a lo general o lo ordinario; es aquello particular, singular, original, pero se puede ser singular por monstruoso, de la misma manera que puede sérselo por excepcionalmente bello. Ojalá, y este creo que es el sentido que se desprende de su lectura, Gabriela hable de especialidad por originalidad, por considerar que hay en las clases de arte y educación algo de particular, que las hace distintas de otras clases. Ahora bien, si es así, aún me quedan ganas de saber qué es lo que creen las distingue. Debemos ser conscientes de que los objetos de conocimiento son particulares y distintos, y que esta particularidad y distinción hace que se pueda aprender a manejar un programa (Word, Excel, Power Point) haciendo un curso a distancia o a través de un tutorial; sin embargo no les aconsejo que aprendan a manejar un parapente o un ala delta del mismo modo. ¿Se entiende? Esto hace que las clases de parapente también sean muy especiales.
Luego Gabriela habla de que llamo “encuentro” a la clase. Debo decirles que si creo que algo justifica esta distinción terminológica, es que en un encuentro los que participan están presentes, efectivamente presentes y que además comparten la construcción de aquello que se está dando entre ellos. Dialogan, comparten, construyen juntos.
Después Gabriela enumera temas que se trataron: arte, educación, grupalidad, relaciones sociales, interacción, vínculo docente – alumno, intervención crítica, prejuicio, teoría y práctica, juegos y normas. Dice que fue interesante, dinámico, participativo, porque todas pudieron aportar un poco de sus experiencias anteriores e intercambiar diálogos.
Luego relata que modificamos el espacio del aula, dice “antes de comenzar”. Pienso que a pesar de que en ese instante es lógico que Gabriela pensara que es “antes de”, bien podría pensarse que esa actividad, la de modificar el espacio, modifica ya pautas organizativas del sistema áulico y por lo tanto se sitúa en el “durante”.
Dice Gaby que al principio les expliqué de qué se trata el arte y como se relaciona con la educación. Realmente no recuerdo ahora qué es lo que les dije en ese preciso momento, pero supongo que hice un recorrido conceptual sobre el sentido de la inclusión de la materia “Arte y Educación” en el nuevo diseño curricular. Deben tener siempre en cuenta chicas que cuando hago algo por el estilo, se trata tan sólo de una de las seguramente muchas maneras que existen de, por ejemplo, relacionar el arte y la educación; y por lo tanto dista muchísimo de ser el único argumento o explicación posible.
‘El arte es una actividad humana basada en el sentimiento, no sujeta a reglas altamente formalizadas, y en consecuencia admite un alto grado de libertad en sus modos de operar y en su tratamiento. Esto no significa que sea ajeno al análisis racional, es decir: el arte puede ser analizado racionalmente.’ (M. E. Chapato, Arte y escuela, Ed. Paidós, Bs. As., 1997)
‘El arte, más que conocer el mundo, produce complementos del mundo, formas autónomas que se añaden a las existentes exhibiendo leyes propias y vida personal. No obstante, toda forma artística puede muy bien verse, sino como sustituto del conocimiento científico, como ‘metáfora epistemológica’, es decir, en cada siglo el modo de estructurar las formas del arte refleja – a guisa de semejanza, de metaforización, de apunte de resolución del concepto en figura – el modo como la ciencia o, sin más, la cultura de la época ven la realidad’ (Umberto Eco, Obra abierta, Barcelona, Ariel, 1984, pp. 88-89).’
‘El arte representa, inventando el modo de hacerlo.’ (Ernst Cassirer)
‘Sé que van a preguntarme qué es el arte. Si lo supiera no se los diría.’

(Pablo Picasso-foto-)
‘El problema reside en ampliar el concepto de cognición usualmente restringido a la mediación discursiva a una mediación configurada por un sistema de formas simbólicas no discursivo. En tal caso podemos decir que el arte es un modo especial de conocer.’ (Susanne Langer, ‘Filosofía en una nueva clave: un estudio del simbolismo de la razón, el rito y el arte.’, 1942)
‘Prefiero cambiar el interrogante, creo que podremos ponernos de acuerdo si nos preguntamos: ¿cuándo es arte?’ (Nelson Goodman)
Como verán son muchas las definiciones o aproximaciones a la definición de arte que pueden citarse en un rápido recuento. Les aseguro que podríamos recopilar cientos o quizás miles de ellas, algunas son complementarias y otras son hasta contradictorias. Las hay también de aquellas que no son opuestas entre sí, pero muy diferentes unas de otras porque proceden de diferentes campos teóricos, de miradas correspondientes a disciplinas diversas y por ende tienen, distintas perspectivas.
Luego habla Gabriela de que nos ocupamos de la crítica. Creo recordar que les dije que el término tiene una connotación
[1] vulgar negativa, esto es: estamos acostumbrados a decir cosas como: - ¡Qué ganas de criticar que tenés!, o - ¡Lo que pasa es que sos una criticona, a vos todo te cae mal! Gaby dice que una crítica buena es “valorar realmente lo que se dice o hace y acotar de una buena manera nuestro punto de vista”.
Luego Gabriela refiere al momento en el que hablando del fenómeno de la grupalidad abordamos el tema de las relaciones vinculares y en particular el lugar que ocupa el coordinador del grupo de aprendizaje. Recuerda Gaby que en ese momento Vale y Noe problematizaron un caso, a la luz de lo que estábamos reflexionando, el vínculo que se establecía con una profesora, decían, operaba como un obstáculo para la participación en clase.
Recuerdo que les dije que por favor no hicieran nombres, por una cuestión de respeto por una parte y por otra para permitir el distanciamiento que genera una mirada lo más limpia posible, libre de prejuicios y otros obstáculos epistemológicos, dice Gaby que rematé la reflexión con una frase de Jerome Bruner: “Me gustaría poder describir a las instituciones educativas como un espacio de protección, en el que los estudiantes pueden hacer los interrogantes más atrevidos o descabellados, arriesgar las hipótesis más temerarias; las preguntas auténticas se configuran en el lugar privilegiado de construcción del conocimiento. Lamentablemente, no ha sido siempre así.
Cuando el maestro se vuelve más sabio y con más experiencia, permite que los estudiantes pregunten sin temer que a través de las preguntas el maestro descubra las ignorancias.” Así se lo debo haber dicho, por que así lo recuerdo y no tenía en ese momento, igual que ahora: el texto a mano. Palabra más o palabra menos, es así la frase. Recuerdo que hablamos aquí de criterios de verdad, de aquello que hace o permite que reconozcamos a algo como verdadero, válido o aceptable y nos concentramos luego por unos instantes en el “peligroso” criterio de autoridad y en la necesidad de que nuestra educación sea crítica y liberadora.
Esto mismo dio pie a generar la charla respecto de los puentes existentes entre la teoría y la práctica; los procesos reflexivos grupales sobre hechos vividos permitieron hablar de construcción de experiencia y la búsqueda de encuadre en teoría de estas experiencias la oportunidad de visualizar las relaciones de varias vías entre teoría y práctica, práctica y teoría; al ver por ejemplo claramente en la oportunidad que Bruner hacía teoría hablando de nosotros, de nuestras experiencias.
“Después de tanta teoría” dice Gaby, “el profesor nos propuso unos ejercicios para relajarnos y estar en contacto directo con nuestro cuerpo”. Creo que es momento de intervenir y decir algo: la entiendo a Gaby, pero es necesario repetir que esos ejercicios no se oponen a la teoría, es más: esos ejercicios también responden a un fundamento teórico. La pregunta es: ¿es necesario que tengan un fundamento teórico? Mi respuesta es: ¡si!, de lo contrario caeríamos en el “hacer por hacer”. En este caso los ejercicios nos acercan al objeto de conocimiento particular que nos ocupa en esta materia y a sus especiales características, objeto de conocimiento que implica saberes, contacto directo, experiencia sensible, sujeto sin embargo a la posibilidad de análisis racional. Nos permiten los juegos, además, generar el espacio lúdico en el que campean la confianza, contención y desinhibición que dan lugar a la presencia del fenómeno de la grupalidad.
Para finalizar con este primer comentario les dejo una reflexión de Beatriz Sarlo, Respecto de la memoria, esa facultad humana algunas veces vapuleada a la hora de encontrarle un lugar en los procesos de aprendizaje, y también de la teoría, en tantas oportunidades despreciada y separada artificiosamente de la práctica, dice Beatriz Sarlo (foto), (Rv. Viva 08/04/2007, pp. 40-41) que “en cualquier actividad se pasa siempre por un ‘momento teórico’ que permite comparar a la velocidad del rayo, todo lo que se sabe, para entender una situación, describir un hecho nuevo o confirmar una hipótesis. Digo bien: a la velocidad del rayo, lo cual implica que hay miles de cosas que se saben de memoria, que no hay que ir a buscarlas en internet, sino que tienen que estar guardadas para ser activadas cuando se las necesita. La idea de que uno tiene que dominar el arte de buscar información a veces hace creer que con eso basta. En la vida, la ‘velocidad del rayo’ no da tiempo para conectar la computadora y tipear algo en buscador favorito. No saber muchas cosas de memoria implica una desventaja tanto en la capacidad de reaccionar repentinamente como en la de coordinar. Alguien que no sabe muchas cosas de memoria opera sin sentido de la orientación, a tientas, chapaleando entre informaciones que no arman sistema. Imagínense un relator deportivo que tuviera que consultar en algún librito cuántos tipos de efectos puede llevar una pelota de tenis en movimiento: sería una especie de caricatura. Sabría manejar el librito donde está la información, pero no tendría la velocidad que se necesita para utilizarla. En esa situación quedan dos caminos: enmudecer o dedicarse a enunciar generalidades. Por eso no todo lo que se aprende debe necesariamente conectarse directamente con la vida. Se aprenden destrezas que sirven para actividades que, después, no tienen mucho que ver con esas destrezas. Se practican ejercicios que no se relacionan directamente con la experiencia o el trabajo, sino que lo vuelven posibles.”
Luciano





[1] Dicho de una palabra: Conllevar, además de su significado propio o específico, otro de tipo expresivo o apelativo.

No hay comentarios: